Psicomotricidad
vivenciada y relacional en grupo
Ofrecer a los niños un espacio de juego estimulante, divertido y que les fascine es fundamental para que puedan expresarse tanto física como emocionalmente.
El juego en la terapia de grupo simboliza el mundo interior de los niños y refleja el modo en que se relacionan con los adultos, con los demás niños y con los objetos de su alrededor.
Psicomotricidad dirigida
La sala de psicomotricidad
Psicomotricidad vivenciada
a través del movimiento
Sentir
En Garabateo los niños sienten y adaptan el discurso del juego en función de cada etapa evolutiva. La capacidad de sentir de los niños es inmensa y aprovechamos esta información en su beneficio.
Integrar
En las sesiones, los niños integran sus sensaciones y percepciones en cada momento. Lo hacen libremente en forma de gestos, palabras o ideas.
Movimiento corporal
La concepción del movimiento corporal del niño a través de un juego libre y espontáneo convoca al adulto acompañante a permanecer con una escucha activa no sólo a lo que se ha propuesto como hipótesis, sino a recoger todo lo que los niños han decidido hacer con toda su capacidad. En esta fase se hace necesario un análisis constante de sus parámetros y de sus discursos.
El juego: herramienta poderosa
El lenguaje que utilizamos para que los niños muestren su capacidad intelectual, corporal y de creación es el juego. El juego es por tanto, una herramienta poderosa que engloba todo lo necesario para que los pequeños puedan ir desarrollándose a lo largo de las diferentes etapas de manera armónica.
Mi papel como psicomotricista
Como psicomotricista facilito sin juicio ni intención de dirigir, los procesos personales tanto del niño como de su familia. Soy la figura que acompaña en este caminar con una escucha activa y respetuosa. Descifro todo lo que los niños nos quieren decir a través de su acción durante cada sesión de grupo. Como terapeuta, dejo fluir la sesión en la que interviene la familia también, sin necesidad de controlar lo que está ocurriendo o lo que cada niño realiza.
sin juicio en el proceso de expresión libre
Si el psicomotricista es el que facilita la sesión sin tratar de controlar lo que ocurre en el grupo, los adultos que intervienen, generalmente las familias, juegan un papel fundamental en el proceso de crecimiento y acompañamiento del niño en su expresión libre. Durante las sesiones grupales, las familias reconocen los logros y sostienen los fracasos sin dirigir sus pasos ni condicionar la vivencia de los pequeños.
Simplemente estan a la escucha de todo lo que nos comunican los niños con sus propias acciones a través de su juego. Sólo desde ahí, podremos reconocer el ser único que es cada niño y facilitarle lo más favorecedor en su proceso de desarrollo como acompañantes en su caminar.
Esta postura no nos convierte en sujetos pasivos. Todo lo contrario. Tanto yo como la familia, sostenemos con nuestra mirada, acariciamos con nuestra voz, permanecemos con nuestra presencia a los ojos del niño. Gracias a esto, cada niño irá encontrando su propio camino.
el desarrollo de forma global
Algo no va bien, Ainhoa.
No hace lo que otros niños a su edad…
No sé si esto es normal o depende del desarrollo de cada niño..
Son algunas dudas que me planteáis cuando venís a Garabateo en busca de una valoración. Para poder ofrecer respuestas y orientaciones ajustadas a las necesidades de cada familia, lo primero es realizar una exploración y valoración del movimiento corporal y emocional completa que aporte luz a las dudas e inseguridades de la familia.
Acudir a un experto en estos primeros estadios del desarrollo para hacer una valoración del movimiento profesional y completa, permite resolver las dudas y recibir un asesoramiento y orientación que rebaje la angustia y capacite a la familia. Lo importante de la valoración del movimiento no es buscar etiquetas u obtener pautas, sino conocer la esencia de lo que está sucediendo, relacionando cada área entre sí, entendiendo el síntoma como la parte visible de un todo interconectado.
A partir de ahí se podrán elegir aquellos caminos más favorecedores para ser recorridos en beneficio de la situación de los pequeños.
para una análisis profesional
¿Y cómo realizo una valoración del movimiento? a través de observar la expresión libre y espontánea del niño donde se ponen de manifiesto sin querer las fortalezas y debilidades.
Esta observación analítica se inicia con un encuentro donde yo conozco la historia vital de la familia. Continúa con una sesión individual con el bebé o con el niño. Y concluye con un informe completo que se entregará a la familia para orientarla en los posibles pasos a dar a partir de ese momento.
Para ello, pondré al servicio de la familia valoraciones específicas propias del desarrollo infantil, tanto cuantitativas como cualitativas, que permitirán interpretar de forma ajustada la situación del niño y de su familia.