El desarrollo infantil es un proceso lleno de hitos y progresos que cada niño experimenta a su propio ritmo. Como terapeuta ocupacional pediátrica y psicomotricista, me encuentro a menudo con familias que, preocupadas por el progreso de sus hijos, se preguntan si es el momento adecuado para buscar ayuda profesional. En este artículo, quiero contaros qué señales podrían indicar una necesidad de intervención en el neurodesarrollo y psicomotricidad de los pequeños. Mi objetivo es que os sintáis informados y tranquilos, siempre sabiendo que el acompañamiento es clave en este proceso.
¿Qué es el desarrollo infantil?
El desarrollo infantil abarca una serie de procesos físicos, cognitivos, emocionales y sociales que los niños van adquiriendo desde su nacimiento hasta la adolescencia. Existen ciertos parámetros generales que nos indican qué esperar en cada etapa, pero cada niño es único y tiene su propio ritmo. Aun así, es fundamental estar atentos a posibles señales de alerta, ya que una atención temprana puede marcar la diferencia en su evolución.
Factores que influyen en el desarrollo
- Genéticos: La herencia juega un papel fundamental en el crecimiento y las habilidades que un niño va desarrollando.
- Ambientales: El entorno en el que el niño se desarrolla, su familia, escuela y comunidad, tienen un impacto profundo en su desarrollo.
- Estimulaciones externas: Las actividades y oportunidades para aprender influyen directamente en su progreso.
Señales de alerta en el desarrollo motor
El desarrollo motor es uno de los primeros aspectos que podemos observar en los niños. En los primeros meses de vida, la coordinación y el control del cuerpo son clave, pero en ocasiones se presentan dificultades que pueden ser indicativas de un retraso en el neurodesarrollo.
¿Cuándo debemos preocuparnos?
Es normal que algunos niños se tomen más tiempo en adquirir habilidades como sentarse, gatear o caminar, pero si notamos que no hay progreso o que el niño parece perder habilidades previamente adquiridas, puede ser momento de actuar.
1. Pérdida o falta de habilidades motoras
Una señal clara es la pérdida de habilidades motoras que ya había adquirido o la incapacidad de alcanzar hitos motores dentro de los tiempos esperados. Si a los 18 meses el niño aún no camina, o a los 6 meses no se voltea ni intenta sentarse, es importante buscar orientación profesional.
2. Rigidez o flacidez muscular
Otro signo a tener en cuenta es la rigidez en los movimientos o, por el contrario, una excesiva flacidez muscular. Un niño que parece siempre «flojo» o, por el contrario, muy rígido, puede estar experimentando dificultades en su desarrollo motor.
3. Coordinación y equilibrio
Si el niño tropieza con frecuencia, le cuesta mantenerse en pie o presenta dificultades para agarrar objetos o realizar movimientos precisos con las manos, es otra señal que no debemos ignorar.
Señales de alerta en el desarrollo del lenguaje
El desarrollo del lenguaje es crucial para la comunicación y el aprendizaje del niño. A lo largo de los primeros años, los niños comienzan a balbucear, imitar sonidos y, eventualmente, decir sus primeras palabras. El lenguaje es un aspecto clave para detectar retrasos en el neurodesarrollo.
Retrasos en el lenguaje verbal
Si a los dos años el niño no dice palabras simples o no parece interesado en comunicarse, puede ser un signo de alerta. Algunos niños presentan dificultades en la adquisición del lenguaje por múltiples razones, incluyendo problemas auditivos, trastornos del espectro autista (TEA), o retrasos en el desarrollo cognitivo.
Dificultades en la comprensión
No sólo el habla es importante. Si el niño parece no comprender lo que se le dice, no responde a su nombre o no sigue instrucciones simples, es una señal de que algo puede estar interfiriendo en su desarrollo del lenguaje.
Falta de interacción social
Los niños, desde temprana edad, deben mostrar interés por interactuar con los demás. Si no buscan el contacto visual o no se relacionan con sus iguales, es posible que estemos ante un retraso en el desarrollo de habilidades sociales y comunicativas.
Señales de alerta en el desarrollo cognitivo y emocional
El desarrollo cognitivo y emocional abarca la capacidad del niño para pensar, aprender y entender el mundo que lo rodea, así como para expresar sus emociones y relacionarse con los demás.
Problemas en la regulación emocional
Es común que los niños pequeños tengan dificultades para regular sus emociones, pero cuando esas dificultades son extremas o se presentan conductas regresivas, como dejar de hablar o de controlar esfínteres, es esencial consultar con un profesional.
Conductas repetitivas o restrictivas
Algunos niños pueden desarrollar conductas repetitivas, como el balanceo, o intereses extremadamente restringidos. Estos comportamientos pueden ser indicativos de un trastorno del espectro autista o de otros trastornos del neurodesarrollo.
Falta de interés por el entorno
Si el niño parece indiferente a lo que ocurre a su alrededor, no muestra curiosidad o no se involucra en juegos apropiados para su edad, puede ser una señal de que su desarrollo cognitivo o emocional no está progresando como debería.
¿Qué hacer si identificas alguna de estas señales?
Si has notado alguna de estas señales en tu hijo, no te alarmes, pero actúa. En Garabateo, contamos con un equipo multidisciplinar especializado en la atención temprana, y estamos aquí para guiarte en cada paso del camino. La intervención temprana es clave para mejorar las oportunidades de desarrollo y bienestar de los niños, y cuanto antes comencemos a trabajar, más efectivo será el acompañamiento.
Es fundamental que, como familias, nos sintamos acompañados en este proceso. No estás solo, y en Garabateo estamos para ofrecerte el apoyo que necesitas. Juntos, podemos garantizar que tu hijo reciba la mejor atención posible.